1.- Saber SIEMPRE que entre los hongos silvestres existen especies potencialmente peligrosas e incluso mortales. Por tanto, es necesario estar seguro de lo que se recolecta y ante la más mínima duda o sospecha descartar.

2.- Recomendamos iniciarse en la recolección de la mano de expertos (guías micológicos, empresas de turismo activo que prestan servicios micológicos, asociaciones micológicas...). 

3.- También hay que tener en cuenta que las setas tienen un dueño que es el propietario de los terrenos en los que fructifican (ya sean públicos o privados). Por tanto, asegurarnos de contar con los debidos permisos o autorizaciones de recolección y cumplir con las normas y buenas prácticas vigentes. 

4.- Utilizar un recipiente aireado (cesta) para la recolección, una navaja y cepillo para recolectar y limpiar las setas antes de meterlas a la cesta. 

5.- No destruir las setas que no conozcamos aunque sean tóxicas, todas desempeñan funciones ecológicas importantes para el bosque. Dejar sin recolectar los ejemplares comestibles viejos o muy maduros para contribuir a la dispersión de esporas. 

6.- Evita recolectar en entornos urbanos, carreteras y zonas contaminadas. Los hongos acumulan metales pesados cuya ingesta puede ser dañina para tu salud.

7.- Recolectar sólo lo que vayamos a consumir y llevar las setas recolectadas lo antes posible al frigorífico para aumentar su vida útil y ralentizar la proliferación de microorganismos.

8.- Las setas tienen una alta tasa de respiración por lo que su vida útil en fresco es muy baja (desde 24 horas a un par de semanas según las especies). Antes de conservarlas en el frigorífico, recomendamos limpiarlas con un cepillo o paño de restos vegetales, parásitos, tierra, arena que puedan contener. Sólo las lavaremos con agua fría bajo el grifo en el momento en que las vayamos a cocinar o procesar.

9.- Anima a todo el mundo a ser respetuoso con el entorno rural: comprende que hemos de compatibilizar la recolección con otros aprovechamientos forestales vitales para mantener nuestros bosques (madera, leña, caza, ganado…), cierra los cercados para el ganado, no hagas ruido en el monte, ayuda a mantener el entorno limpio de basura, respeta las señales y estaciona con responsabilidad. 

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